La tradición de Japón ofrece relatos donde los animales hablan, los hermanos pelean y los cuentos sanan. Vamos, lo que pasa con todos los cuentos, vengan de donde vengan.
La diferencia es que nuestros protagonistas comen bolas de arroz, pescado crudo y usan palillos.
Un precioso viaje al no tan lejano oriente para bucear entre cuentos tradicionales con un marcado sentido zen de la vida. Gamba se atreve con un Kamishibai, aunque pronto sus historias abandonan las imágenes de su teatrito de papel, para volar en forma de palabras y gestos como tan bien sabe hacer.
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